
¿Juegas tu mano o te la juegan?
¿Juegas tu mano o te la juegan? Marshall Goldsmith
¿Juegas tu mano o te la juegan? Marshall Goldsmith
La mayoría de los líderes estén demasiado enfocados en tener todas las respuestas y no se centren lo suficiente en hacer las preguntas adecuadas.
Es hora de recalibrar.
A pesar de lo que se pueda pensar, expresar la vulnerabilidad y pedir ayuda, aclaraciones o aportaciones puede ser un signo de fortaleza y confianza, no de debilidad. Las preguntas correctas son señales de confianza y pueden inspirar a las personas a confiar en ti. Por otro lado, todo lider es un coach de su dirigidos y como coach, debemos enfocarnos en guiarlos hacia la detección de problemas y sus soluciones. Preguntar suele ser la gran herramienta.
Por ejemplo, en lugar de hablar a tu equipo de una nueva oportunidad que has identificado, pregúntales: «¿Ven una oportunidad que cambie las reglas del juego y que pueda crear mucho más valor del que hemos ofrecido en el pasado?»
Una pregunta tan simple como ésta puede inspirar una explosión de colaboración y creatividad en toda la organización. Y si demuestras sistemáticamente que las preguntas son lo primero, contribuirás a establecer una cultura general de curiosidad y aprendizaje que hará que tu equipo siga innovando y respondiendo a los retos con eficacia.
Así que pruébalo esta semana: Plantea a tu equipo una pregunta abierta de gran alcance y comprueba si da lugar a ideas nuevas y emocionantes.
Antes de iniciar colaboración con un nuevo colega, pregunta!
Colaborar con alguien que no conoces puede ser incómodo. Por eso es importante establecer puentes de comunicación que faciliten el intercambio de ideas y estilos con miras a definir la manera óptima de funcionar.
Inicialmente, puede que te sientas inclinado a simplemente presentarte y «ponerte a trabajar». Pero antes de sumergirte en tu proyecto conjunto, invierte algún tiempo conociéndote mejor, para que podáis trabajar juntos más eficazmente. (Una hora suele ser más que suficiente.)
Aquí hay algunas preguntas para guiar esa conversación:
No podemos definir la mejor estrategia de trabajo y gestión sin antes conocer los actores y las reglas de juego. Imagina lo que sería iniciar la filmación de una película sin que haya una estrategia comunicacional entre el productor y los actores. Sería casi imposible asegurar un buen producto final y de eso se trata!
Hay muchos factores que atentan contra ese flujo óptimo : prejuicios, sentirse agredido, conversación en base a historias que nos hacemos y no a realidades, entre otras.
Preguntar y responder aumentará tu eficiencia, transparencia y posibilidades de éxito. Y también asegurará que tú y tu nuevo compañero tengan una relación de trabajo saludable y positiva… que incluso podría convertirse en una amistad.
Puedes sentir que 24 horas no es suficiente tiempo en el día, y ningún esquema de productividad del mundo cambiarán eso, si están enfocados en la dimensión tiempo. Realmente no es tiempo el recurso por el que estás temiendo… tu recurso más valioso es la ATENCIÓN.
En realidad, la fuente de estrés más grande que tenemos es la sensación de no estar poniendo atención a lo que realmente merece tu atención (tus prioridades) ó no estar poniendo la suficiente atención a aquello que para alcanzar su objetivo requiere mas de la atención que le prestas… parece un trabalenguas pero vuelve aa leerlo y verás la lógica que hay detrás de ello.
Aquí hay algunos ideas para que te convenzas de que quizás debas considerar un planteamiento más serio en cuanto a tu productividad y en cuanto a otros aspectos relacionados:
1.- Agrupa tus reuniones. Es difícil entrar en el flujo cuando sabes ó existe una alta probabilidad de que te van a interrumpir con frecuencia. Si planificas todas todas tus reuniones de una vez, por ejemplo durante las primeras dos horas del día, podrás disponer de tiempo libre (y de tu máxima atención) para trabajar en tareas de enfoque profundo.
2.- Aprende algunos atajos de teclado que pueden reducir la dependencia del ratón y el trackpad del ordenador. Esto puede parecer una cosa pequeña, pero con el tiempo, hace una gran diferencia. Y esos atajos son creados justamente para eso y por las personas que más lo necesitan… quizás tú eres una de esas personas.
3.- Usa tu inteligencia comunicacional. Aprovecha tu entorno para cambiar los hábitos con los que te auto-saboteas. Si pierdes tiempo porque te distraes con el teléfono durante el día, déjalo en otra habitación. Si los correos electrónicos están desbaratando tu flujo de trabajo, usa las notificaciones de entradas de manera inteligente. O sustituye la bajada automática de emails por una cada 15 minutos… o una manual cuando tú decidas!.
4.- Lee tu trabajo en voz alta. No importa cuál sea tu trabajo, lo más probable es que escribas al menos un correo electrónico por día. Escuchar las palabras que escribes en el papel acelerará y aclarará tu proceso de escritura. Eso te ahorrará el clásico ping pong de email que va y viene sin moverse realmente y en el que la responsabilidad recae sobre el iniciador de la comunicación: TÚ!
Estos son sólo algunos de los tips que puedes activar para confirmar la necesidad de tomar acciones más contundentes en cada uno de esos aspectos.