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Antes de comenzar a intercambiar información con otra persona, es importante ser lo más claro posible para con nosotros mismos acerca del por qué queremos la opinión de esa otra persona. Cuando solicitamos la opinión de otra persona, hay un acuerdo implícito de que estamos abiertos y dispuestos a ser influenciados.

Y a fin de aprender de otro, a menudo es útil mantener nuestros puntos de vista a nosotros mismos; lo más importante es mantener abierta la posibilidad de tener nuestras propias mentes bajo control y dispuestas a cambiar.

El arte de explorar el punto de vista de otro es muy diferente del argumento, la persuasión y el interrogatorio. En el argumento, la persuasión y el interrogatorio intentamos atraer a alguien a nuestro punto de vista.

Dado que la táctica es casi idéntica, se necesita un alto grado de sofisticación para usarla correctamente. Muy a menudo, creemos que estamos explorando cuándo, de hecho, esperamos persuadir. Enviamos señales mixtas a nuestro socio.

Además, la experiencia de alguien con honestidad y sin agenda en busca de nuestra opinión es tan rara, que la mayoría de nosotros permanece a la defensiva.

He aquí algunas ideas de cómo descomprimir tus sesgos cognitivos:

1. Mantenga abierta la posibilidad de que pueda estar equivocado.

2. Permita que otros le expliquen todas las formas en que podría estar equivocado.

3. Reconozca todos los lugares donde de hecho está equivocado.

4. Admite cuando alguien cambia de opinión.

5. Admite cuando aún no estás convencido.

[tomado de Learning through conflict – Francis Sopper]