La mayoría de los líderes estén demasiado enfocados en tener todas las respuestas y no se centren lo suficiente en hacer las preguntas adecuadas.
Es hora de recalibrar.
A pesar de lo que se pueda pensar, expresar la vulnerabilidad y pedir ayuda, aclaraciones o aportaciones puede ser un signo de fortaleza y confianza, no de debilidad. Las preguntas correctas son señales de confianza y pueden inspirar a las personas a confiar en ti. Por otro lado, todo lider es un coach de su dirigidos y como coach, debemos enfocarnos en guiarlos hacia la detección de problemas y sus soluciones. Preguntar suele ser la gran herramienta.
Por ejemplo, en lugar de hablar a tu equipo de una nueva oportunidad que has identificado, pregúntales: «¿Ven una oportunidad que cambie las reglas del juego y que pueda crear mucho más valor del que hemos ofrecido en el pasado?»
Una pregunta tan simple como ésta puede inspirar una explosión de colaboración y creatividad en toda la organización. Y si demuestras sistemáticamente que las preguntas son lo primero, contribuirás a establecer una cultura general de curiosidad y aprendizaje que hará que tu equipo siga innovando y respondiendo a los retos con eficacia.
Así que pruébalo esta semana: Plantea a tu equipo una pregunta abierta de gran alcance y comprueba si da lugar a ideas nuevas y emocionantes.